jueves, 11 de junio de 2009

>momento d terminar>


Es la hora de acabar con algo que nunca empezó.

La historia que comienza en el final de una ilusión.

Es de lógica creer, que dolerá el corazón, ahora sólo está cubierto por amor y confusión.

Si te equivocas pensando, o si piensas en un error: sólo conseguirás dolor.

Si crees en Dios antes que en mí, te perderás, solo, en un callejón.

Si buscas amor de recibo, por los rincones de las calles, o los bares de un buen barrio.

Oh! así nunca robarás un corazón.

Si te roban el tuyo, y nunca vuelve a ti: perderás para siempre la razón.

Una vez perdida, sólo te quedará un corazón, será el mío: lo robaste.

Mi alma tu compinche, aquéllo fue traición.

Y es que fueron vuestras armas: las sonrisas que me dabas, las miradas aún presentes y quizás una canción..

Yo ya no lo quiero.

No lo necesito mientras no vengas con él.

Pero díme, sólo díme ¿para qué lo querías condenado al olvido en un rincón? ¿Acaso te hizo algo?¿Lo acusaste de quererte demasiado? Su castigo fue el destierro a la desolación.

No pensaste que sus gritos volverían, tiempo después a llamarte en tu propia habitación. Olvidaste dónde estaba hasta que empezaste a oler su dolor.

Y ahora lo ignoras cada día y lo castigas con palabras cada vez que intenta amarte desde aquel mismo cajón.

Y ahora ni lo miras cuando pasas porque aún temes que su llanto te haga sentir peor. Y crees que sin corazón no pienso, y aún me queda la razón. Sigue conmigo.

Anclada, gritando mil veces al minuto que quiere ver tus ojos.

Y no basta con soñar desde un rincón. Se estremece de emoción en un cuerpo que carece de presente y que vive de recuerdos de un pasado e ilusión.

Y tú oyes su llamada y haces caso omiso.

Tú crees que ya no es nada, que creció otro corazón.

Que eso sólo son vestigios, un sueño, un algo que nunca terminó.

Y cada vez que hablas con un alma ensangrentada, ¿te das cuenta de ese daño? ¿no puedes ver que te amaba?

Díme cómo es eso de ser tan poco humano, díme cómo haces que cada sonrisa sea en vano. Voy cerrando ya esta carta porque nunca la leerás, voy cerrando la sonrisa, lentamente, porque tú no volverás.

Voy secándome las lágrimas, para no volver a verte nunca más.

Pero tú sabes que no me despido...seguiré soñando contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario